miércoles, 1 de abril de 2009

Rayos Infrarrojos y técnicas de aplicación.




Para los rayos infrarrojos podemos encontrar lo que son las técnicas de aplicación. Tal es el caso de la Dosimetría. En el cual consisten en la utilización de los equipos más comunes son las Lámparas de Rayos infrarrojos emisores no luminosos, que se disponen solos o en grupo, en función de si el tratamiento es local o baño de IR (parcial o completo). En este caso, suele tratarse de varias lámparas (entre 4 y 9) de 60 W, dispuestas en un túnel reflector que cubre al paciente. Todo estos aparatos se le deben de dar mantenimiento para que se puedan ocupar al máximo por eso se deben de limpiar y checar que su conexión eléctrica tome tierra.

En el caso de las fuentes no luminosas, debe tomarse la precaución de conectarlas entre 5 y 10 minutos antes del tratamiento, para el precalentamiento de la fuente. En la actualidad, es más frecuente el uso de lámparas incandescentes para la terapia con IR.

Según la potencia de la lámpara (150-1300 W), se debe tomar en cuenta la suficiente distancia de la piel, habitualmente entre 40 y 60 cm. Hay que recordar lo que es la ley del inverso del cuadrado de la distancia para modificar la dosis y la ley de Bunsen-Roscoe para calcular el tiempo de exposición. De esta forma, a una distancia doble, la intensidad se reduce 1/4, por lo que el tiempo deberá aumentarse 4 veces para mantener la misma dosis.

Para cuando se utilizan estos rayos se deben de tener cierto tipo de precauciones lo que son: Descubrirse la zona de la piel en la cual vamos a aplicarlos, no poner sobre ésta cualquier tipo de crema u otra cosa que pueda irritarnos en el proceso. El paciente debe de estar cómodo por que el tratamiento tardará minutos. No tener ningún tipo de materiales metálicos, las zonas que no se van a tratar deberán cubrirse con toallas. Después de dicho tratamiento es posible que se aplique algún medicamento local, antinflamatorios, analgésicos, etc., para aprovechar la hiperemia y la dilatación de los poros que produce el calor.

Estos tratamientos pueden variar en su duración, todo depende de la zona en que se va a tratar, pero de forma usual podemos decir que debe oscilar entre 15 y 30 minutos (en ocasiones, incluso 60), en función de la intensidad utilizada y el efecto buscado. Es conveniente vigilar la piel durante el tratamiento, cada 5 minutos, especialmente en las primeras sesiones, ya que la sensibilidad al calor es diferente en cada persona. La piel presentará eritema moderado y sudación. Cualquier anomalía presentada en la piel debe de estarse en constante chequeo para evitar problemas en un futuro.

Éstas lámparas tienen la ventaja, frente a otros sistemas de termoterapia superficial, de permitir observar la piel durante el tratamiento. Además, su bajo coste y facilidad de manejo hacen que sean consideradas aptas para tratamientos prolongados, que puedan realizarse en casa.

La unidad de medida de la intensidad de radiación IR se denomina pirón y equivale a 1 cal x g/cm2/min, equivalente a 69.7 x10-3 W/cm2 En la práctica, suele emplearse la sensación subjetiva de calor como referencia; por ejemplo:
- Calor moderado (0,5 pirones): sensación de calor ligero y agradable.
- Calor intenso (1 pirón): sensación de calor intenso, no agradable, pero soportable.
- Calor intolerable (1,5 pirones): calor muy intenso, sensación de dolor, eritema intenso y sudación.
INDICACIONES:
· Una de las indicaciones más comunes la constituyen los espasmos musculares producidos por patología osteoarticular subyacente. También se recomiendan en situaciones como artritis reumatoide, artrosis, cervicobraquialgias y lumbociáticas en las que se pretende mejorar el espasmo muscular secundario, sin calentar las articulaciones especialmente en las formas crónicas. Igualmente están indicados en el dolor muscular en estados de tensión o tras el esfuerzo deportivo.
· Los tratamientos que se efectúen deben de ser de manera controlada y vigilada para evitar lo que es una discrepancia circulatoria. Retirar el tratamiento cuando se sienten síntomas de dolor y ardor.
La relajación e hiperemia muscular hacen que los baños de IR y las aplicaciones locales resulten muy eficaces para preceder el ejercicio o el masaje.
En instalaciones de crenoterapia y talasoterapia, suelen acompañarse las aplicaciones de barros y algas de baños de IR; ello proporciona sedación y vasodilatación bajo un calor suave, lo cual, además de hacer más agradable el tratamiento, contribuye a la absorción cutánea de las sales y principios contenidos en las aplicaciones
Otras indicaciones en medicina estética se deben a la mejora del trofismo de la piel en general. Igualmente, se recomiendan en alteraciones congestivas de la circulación sanguínea y linfática, celulitis, etc.
Trabajo realizado por Sandra Luz Hernández.

3 comentarios:

  1. Me parece muy interesante tu trabajo, ya que nos habla de un tema muy importante. Una de las relaciones que tiene con mi tema son las unidades de medida de la radiación, sobre las cuales puedo complementar que la cantidad de radiación es expresada en términos de radiante o irradiancia y su unidad es (W/M2).
    La exposición radiante es la medida de la radiación solar y su unidad es kWh/m2.
    La radiación visible o radiación activa en fotosíntesis es representada por la instantánea (µE/cm²seg: donde E = Einstein) y la integrada (µEh/cm²).
    En fin, opino que mi compañera expone un buen trabajo.

    ATTE: JESUS TADEO GALINDO MANRIQUE.

    ResponderEliminar
  2. La relación que encuentro con mi tema es otro tipo de radiación como en este caso es la infrarroja y de la manera en que se utiliza y los métodos en que se puede manejar. Es una forma de apreciar de que la radiación puede ser utilizada para beneficio de la humanidad ya no sólo para fines bélicos.
    DENEB

    ResponderEliminar